Columnas de Opinión

Hiperactividad Simpática Paroxística: Una entidad Clínica poco diagnosticada
Jorge Caamaño MD

La hiperactividad simpática paroxística descrita por primera en 1929 por Wilder Penfield es una patología neurológica poca o nunca diagnosticada en las unidades de cuidados intensivos en su mayoría en pacientes con traumatismo cráneo encefálico grave , si bien es cierto su fisiopatología no es clara, esta se caracteriza por presentar hipertensión arterial, taquicardia, diaforesis, fiebre, taquipnea o cambios en el patrón respiratorio lo que conlleva a desacople con el ventilador mecánico, posturas motoras anómalas como rigidez muscular, extensión y distonías, esta sintomatología se desencadena por estímulos nocivos así como no nocivos. Estos episodios tienen una permanencia variable, de minutos a horas, y pueden repetirse a lo largo del día.

Para su diagnóstico oportuno es necesario un alto índice de sospecha, sobre todo en los casos de un traumatismo cráneo encefálico, en el período de retiro de la analgosedación, o en la fase de rehabilitación los pacientes suelen presentan episodios paroxísticos, concomitantes y temporales de hiperactividad simpática.

No existe estudios adicionales que ayuden a establecer el diagnóstico exacto de hiperactividad simpática paroxística, el cual es predominantemente clínico, por lo que es necesario excluir otras situaciones clínicas con características parecidas como sepsis, status convulsivo, síndrome neuroléptico maligno, entre otras por lo que es necesario la realización de estudios complementarios como la tomografía simple de cerebro, resonancia magnética cerebral, electroencefalograma, cultivos.

Para complementar el diagnóstico tenemos la escala PSH-AM la cual es un instrumento que permite tener un grado de certeza diagnóstica. Consta de dos partes: la escala de características clínicas (CFS), que valora la severidad de los signos esenciales de la HSP (taquipnea, taquicardia, diaforesis, hipertensión arterial, posturas motoras anómalas e hipertermia), concediéndole un valor de 0 (ausente) a 3 puntos (severo) a cada uno; y la herramienta de probabilidad diagnóstica (DLT), que evalúa la probabilidad de Hiperactividad Simpática Paroxística en los pacientes, de acuerdo con los características de presentación de los episodios (un punto por cada característica presente). La suma de las dos otorga la probabilidad de diagnóstico de HSP en: improbable menor a 8 puntos, posible 8-16 puntos y probable mayor a 17 puntos.

Teniendo en cuenta que esta patología es producida por una descarga simpática excesiva el objetivo del tratamiento será inhibir el flujo simpático central; inhibir los procesos sensitivos aferentes y bloquear la respuesta final del órgano efector

Es por esto que en los pacientes que ingresan a nuestras terapias intensivas por Traumatismo cráneo encefálico grave y en su mayoría dentro de lo que he podido observar en la unidad que yo dirijo los que han sido diagnosticados con lesión axonal difusa en cualquiera de sus tres grados llegar al diagnóstico de esta patología se torna importante ya que una detección oportuna de esta emergencia neurológica nos evitara realizar acciones inadecuadas para con los pacientes y podremos instaurar el tratamiento necesario para el control de estos paroxismos.

Con todo lo mencionado, es importante enfocarnos en los pacientes con trauma cráneo encefálico quien durante su rehabilitación cursan con alzas térmicas sostenidas sin foco infeccioso identificado, sumado a esto cambios posturales, hipertensión arterial, desacople ventilatorio, pues podríamos estar frente a un cuadro de hiperactividad simpática paroxística, en el cual una intervención pertinente disminuirá los días en ventilación mecánica y los días de estancia en la unidad de cuidados intensivos.

Jorge Caamaño Solís MD
Especialista en Medicina Critica y Terapia Intensiva
Master en Metodología de la Investigación en Ciencias de la Salud
Jefe Unidad de Cuidados intensivos Hospital General Teófilo Dávila, Machala-Ecuador

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